El tablero de Oui-ja. La partida.
Marta escapa al campo, a la propiedad de su abuela, a la que apodan la bruja. Escapa harta de las peleas de sus padres. Un nuevo relato por entregas, una de mis historias sorprendentes del lado oculto que comparto con vosotros. El tablero de Oui-ja. La partida. Primera entrega. —¡Coño! Si es un tablero de esos que se usan para hablar con los muertos —exclamó Quique. Cuando Marta comentó a sus padres la intención de ir a Ollejos con un grupo de amigos, a pasar el puente en casa de la abuela, esperaba recibir una negativa. Aún no sabía que sus padres acababan de tener una bronca de las que hacen época. Empezó pidiéndoselo a su madre, que como esperaba se encerró en una negativa ausente de cualquier motivación que fue reiterando ante cada nueva tentativa. La sonrisa sardónica de su padre, presente durante la intentona, no auguraba mejor resultado, cuando su madre harta de aguantarla la remitió a él. —Si me prometes que no haréis tonterías ni revolveréis las cosas de mi madre, tienes per