Exhaustos




Había amanecido cuando nos postramos jadeantes. Nuestros desnudos cuerpos habían soportado más de lo jamás soñado. Fue una noche frenética, rezumábamos sudor, estábamos exhaustos, pero gozosos, habíamos apurado todas las habilidades de nuestros cuerpos, sentimos vibrar hasta la última célula de nuestros organismos en el momento en que alcanzamos por primera vez, aquello tan deseado, tan buscado, acabábamos de alcanzar la culminación de nuestras vidas. Nos miramos, sobraban las palabras para mostrar nuestra felicidad, aunque lo habíamos hecho desoyendo la prohibición de nuestros padres.

Por primera vez nos sentíamos adultos.

Ahora, con los perros al otro lado de la valla, mi hermano y yo nos vestiríamos y volveríamos a casa con las peras robadas en casa de la marquesa.









“Comprimidos para la memoria o recuerdos comprimidos”

Si te ha gustado este relato puedes leer nuevos y más extensos en mi libro “Comprimidos para la memoria o recuerdos comprimidos”. Consíguelos en Amazon: en ebook o en tapa blanda⇒




Comentarios

  1. La forma con la que juegas con la imaginación del lector te envuelve en imágenes anheladas. Me has atrapado.

    ResponderEliminar
  2. Ignacio León Roldán28/10/18, 12:06

    Buenísimo, ja,ja,jaaa
    Alberto, lo bordaste. Enhorabuena.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. NORMA IRIS GUSTIN22/2/19, 8:21

    ME DEJÁS COPIARLO PARA COMPARTIRLO EN PALABRAS ALADAS?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Norma perdona la tardanza, voy a tratar de enviartelo Palabras Aladas.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

El concierto

El abrazo

Un agradable recuerdo